lunes, 31 de diciembre de 2012

Heeeey

Les deseo un felicísimo añazo 2013 porque se lo merecen, por ser tan geniales, les deseo un 2013 lleno paz, felicidad y alegría, que bien merecido se lo tienen, que son las mejores, gracias por todo y... 
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!! <3

domingo, 30 de diciembre de 2012

Cap 1. Verano!


Miro hacia la derecha y me encuentro a mis mejores amigas, Raquel y Esther. Miro hacia la izquierda y están mi hermana y mi madre. Alrededor nuestro, miles de personas, sobre todo chicas como nosotras, mirando al frente. Todo está oscuro, no se ve nada. De repente un foco se enciende. Las miles de chiquillas empiezan a gritar, incluidas mis mejores amigas y yo. Al escenario suben, en una plataforma, cinco chicos, mis ídolos, nuestros ídolos. Más y más gritos salen de nuestras bocas. Creo que aquí hay varias que se van a quedar un tanto sordas, empezando por mí misma. La música empieza a sonar y uno de mis ídolos empieza a cantar. Liam.
“Hey girl I’m waiting on you, I’m waiting on you…”
Paro de oír gritos, paro de gritar, dejo de estar con las gemelas, no está ni mi madre ni mi hermana, estoy acostada. Abro los ojos y empiezo a cantar Live While We’re Young.
- ¡Cris! ¡Levántate ya y deja de cantar!- Oigo gritar a mi hermano saliendo del baño y bajando las escaleras.
- ¡Vale aguafiestas!- Le respondo mientras me levanto y voy hacia la mesa de estudio donde está mi móvil sonando. Apago la alarma y dejo de escuchar las lindas voces de mis lindos ídolos. ¡Aquí empieza mi rutina mañanera!
Se me ha olvidado presentarme. Me llamo Cristina y tengo 18 años. Soy alta, tengo el pelo castaño y los ojos marrón oscuro. Mis mejores amigas son gemelas, Raquel y Esther. Son de mi estatura más o menos. Su pelo es castaño un poco más negro que  el mío y sus ojos son marrones oscuros, no tan oscuros como los míos. Son responsables, pero a la vez locas, divertidas, alegres, inteligentes, son perfectas, al menos en mi opinión. Las tres somos directioners. Amamos a One Direction desde… pregúntale a Raquel que es la que lleva la cuenta.
Ya nos he presentado. Ahora, sigamos con la historia:
Hoy es el último día del último año del instituto, sí, estamos en 2º de Bachillerato. Hemos estudiado mucho y esta última semana ha sido eterna en la espera del comienzo de las vacaciones de verano, por fin hoy, es el gran día. Tenemos fiesta durante toda la mañana, aunque, a decir verdad, es un aburrimiento. Desde 1º de la E.S.O mis amigas y yo hacemos lo mismo: dar vueltas por el patio, bajar al polideportivo, volver a subir, ir al salón de actos donde hay gente bailando la música a todo volumen que pincha un “dj”, volver a bajar al patio, sentarnos en un muro… Y esto todos los días que hacen fiesta en el centro, siempre lo mismo, siempre igual, un aburrimiento que de vez en cuando rompemos con alguna carcajada, pero vamos, lo que nos inunda las seis horas de la mañana es puro aburrimiento. Aunque, al menos a Raquel, Esther y a mi, nos espera un buen verano, cumpliremos nuestro gran sueño…
     (Día en el que comienza toda nuestra aventura)
- Cris, no te olvides que tienen que comprar comida para tener siempre en la nevera. Por higiene, limpien el piso al menos una vez a la semana. Llámame todos los días, al menos una vez cada veinticuatro horas. No estén con extraños. Si tienen algún problema o alguna duda, hablen con la recepcionista, sabe español, y al menos por teléfono, parece simpática…- Mi madre me está diciendo los diez mandamientos, qué digo, los quinientos mil mandamientos. Y no sé si os habréis dado cuenta de cuál es el motivo de que me esté diciendo todo esto. Veréis: por mi cumpleaños, mis padres me hicieron un regalo, un regalazo. Pero no se los podía decir a las gemelas porque a ellas les iban a regalar lo mismo. El 22 de abril, al llegar al instituto, recuerdo que Esther, que es la que está en mi clase, Raquel está en otra, me saludó con un “¡traidora!” sí, muy cariñosa ella. Entonces, me dijo lo del regalo, que yo ya lo tenía medio olvidado, un mes y poco sin poder hablar de algo, en serio, acabas por olvidar ese algo… Nos pusimos a gritar y saltar en medio de clase. Toda la gente nos miraba extrañada, y nuestro tutor, que siempre llega tarde, al entrar, directamente nos llamó locas, suerte que somos de sus alumnas favoritas. En el recreo la misma historia, con la única diferencia de que se nos unió Raquel. Estos meses nuestro principal tema de conversación es ese: Los dos meses de verano, en Londres, con opciones de quedarnos a estudiar. La ciudad de nuestros sueños recibirá hoy a tres mejores amigas que están como cabras. ¡Va a ser el mejor verano de la historia, eso seguro! Volvamos al presente, en el que mi madre termina de hablar…- No monten discotecas, que no reciba ni una queja de los vecinos, abríguense si hace frío…
- En caso de incendio, no usen el ascensor, bajen por las escaleras de emergencia. ¡Qué sí mami!
- No seas mala. ¡¡Ay mi hijita que se ha hecho tan grande que se va sola con las amigas a Londres!!- ¡Ala, pero si fue ella la que me regaló el viaje! Encima, ahora, después de decirme la nueva ley de Rajoy, digo, de Isabel, tocan los llantos y los “¡si parece que nació el otro día mi niña pequeñita!” En fin, Cristina, que es tu madre, autocontrol. Abrazos, besos, creo que Esther y Raquel están igual que yo, después del sermón, las lágrimas y despedidas.
-*Señores pasajeros del vuelo con destino a Londres, embarquen cuanto antes por la puerta número diez”- Y eso en inglés, francés, alemán, ¿japonés y chino? Sí, puede ser… Pues eso, ¡a la puerta 10!
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Estamos sentadas en el avión rumbo a la libertad, a la gran aventura aventurera, a cumplir nuestros sueños. Pasa una azafata al lado nuestro:
- Durante el despegue y el aterrizaje, los móviles y aparatos electrónicos apagados y el cinturón de seguridad abrochado, por favor.- ¿Sonrisa forzada y falsa? No qué va, dibujada con ceras en cartulina y pegada al bigote con “la gotita”. Además, la rubia esa es ciega o algo, las tres tenemos los cinturones abrochados y estamos en proceso de apagado de móviles, iPods, mp4s,…
- De acuerdo.- Contesto lo más formal y educadamente. ¿Se notó mucho la ironía? La azafata se largó con su sonrisa de pega y su rubio de bote a indicar a la gente cómo ponerse el chaleco salvavidas. Y digo “a la gente” porque nosotras estábamos más atentas al chico que estaba en el pasillo de al lado, que a ella delante de nuestras propias narices. Era más interesante el chico, aunque también, la sonrisa un poco forzada, pero es comprensible: no sé cuántas horas, de lugar en lugar del mundo, haciendo todo el rato lo mismo… En fin, que de todos los trabajos, yo no elijo ese ni de broma…
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- ¡Ah! Raquel, Esther, ¡brutas! ¿Por qué me habré puesto yo en el medio? Ah sí, prefiero esto a que os estéis peleando todo el rato, aunque, por el bien de mi cara, mi pelo y mis brazos, debería dejarles a ustedes juntas, en el fondo sí que son buenas hermanas… ¡Jo, por una vez que me duermo en un avión…!
- *Señores pasajeros, estamos ya en Londres. Aterrizaremos en breve, por lo que pongan los respaldos de sus asientos en posición vertical, abróchense los cinturones, y apaguen todo tipo de aparato electrónico*-  Me miran con cara de “¿y ahora que se dice?”
- ¡¡¡¡¡Ya estamos en Londres!!!!! ¡¡¡¡Aaaaahh!!!! – Se me unen.- ¡¡¡¡Londres, allá vamos!!!!!
-¡Shhh!
-¡Shhh vosotros!
- Señoritas, rogamos silencio.
- Sí, disculpen las molestias.- Y otra vez la “sonrisa cartulina” está aquí y yo contestándole lo mejor posible antes de que las dos locas que tengo a los lados le salten a la yugular. Aunque bueno, a mi tampoco me faltan ganas, pero Cristina, que estamos en Londres, autocontrol.
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El aeropuerto este es enorme, deberían hacer un plano… Encima Raquel tenía pipí y no podía aguantar, en el primer baño que vio lo hizo. Estamos solas en medio de un montón de gente caminando hacia lados distintos. Al final, le preguntamos a u segurita que amablemente nos dijo donde está la cinta de nuestras maletas.
Llegamos y está parada. De repente, empieza a girar y miles de maletas salen en fila. O nos estaban esperando ya que somos tan guays o se retrasaron en poner a funcionar el trasto ese… Apuesto lo que sea por la primera opción. Nuestras maletas salen seguidas, las cogemos y salimos.
Andá, cuánta gente, ¿ha venido alguien tan importante como para que hayan tantas chicas gritando y saltando? Claro, nosotras. No, si hoy la autoestima está disparada, supongo que lo habrán notado… Nos miramos extrañadas, creo que hemos pensado lo mismo, pero mejor vamos a hacer como que eso es normal de un aeropuerto tan grande en Londres y sigamos…
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Salimos del taxi, 50 libras y un taxista de lo más idiota. Fue todo el viaje: “guarden las cámaras de fotos”, nosotras: “¿no podemos sacarle una foto a la magnífica ciudad de Londres?” “Ya tendrán tiempo señoritas, guárdenlas ya por favor”. Sí, eso parece formal, pero con el tono que nos lo dijo, ¡ni formal ni mierdas! Y encima 50 libras, carísimo. Si es que hubiera sido mejor alquilar una limusina…
Entramos al edificio en el que se encuentra nuestro piso. Sí, nuestros padres decidieron que mejor que un hotel sería comprarnos un piso. Y sí, he dicho comprar, no alquilar, es nuestro. Entramos y…
- ¿Kayleigh, eres tú?- Es la chica nativa escocesa que vino a nuestro instituto en 2º de la E.S.O de prácticas porque iba a ser profesora de español en Inglaterra o son cosas mías…
- ¿Chicas, de qué me sonáis?- Dijo en español, claro, que yo había hablado también en español…
- Somos de Tegueste, Tenerife.- Le informó Esther.
- ¡Ah, hola chicas! ¿Qué tal? ¡Qué grandes estáis!
- Bien pero, ¿tú no eras profe de español, no recepcionista de un edificio?- Eso, pregunto lo mismo que Raquel…
- Mientras estoy en la lista de educación sin que me llamen para trabajar, me gano dinero siendo recepcionista, y como sé idiomas y éste es un edificio de pisos en los que principalmente viven jóvenes como vosotras de otros países, pues me han elegido fácilmente.
-Ah… bueno, ¿cuál es nuestro piso?- Cambié de tema, pero es que me apetece dejar las maletas y salir a dar un paseo por esta belleza de lugar…
-El 2ºA.- Nos da las llaves.- No dudéis en hablar conmigo siempre que os apetezca.
-Gracias, ¡hasta luego!
Subimos en el ascensor con las maletas, espero que no se trabe o algo por el peso... Llegamos a la segunda planta, la puerta A. Abrimos. Simplemente, increíble. Hay un salón con una tele, dos sillones de tres plazas, y una ventana con cortinas blancas. Las paredes también son blancas. Hay un pasillo y la primera puerta a la derecha es la cocina. Una mesa donde comer, un fregadero, una nevera, un horno, una vitrocerámica, un microondas y un pequeño pollo donde cocinar. Las paredes son blancas también y tiene una pequeña ventana sin cortinas. Al lado de la cocina hay un baño, supongo que lo tendremos que compartir. Es espacioso y tiene, a parte de lo obvio (váter, lavabo, bidé, bañera, toalleros.) una lavadora y una secadora. Genial. Entramos las tres a las tres habitaciones que hay para elegir. Las tres son igual de grandes y tienen más o menos la misma distribución. Al final, la mía es la de las paredes lilas, la cama con una gran colcha rosa al lado de la pared y una mesilla de noche a su lado, una mesa de madera para estudiar y una silla negra que parece muy cómoda pegada a otra de las paredes, un armario empotrado enorme con puertas de madera del mismo tono que la mesa, y un pequeño balcón con cortinas violetas, de un tono parecido al de la pared pero más oscuro. Es bastante simple, pero acogedora. La habitación de Esther es igual, sólo que todo es en tonos azules, y la de Raquel es en tonos rojos y naranjas.
- Guau, simplemente, increíble.- Decimos las tres saliendo cada una de su habitación habiendo dejado ya las maletas dentro.
- Sí, y verás cuando llene mi cuarto de pósters de One Direction…- Esta es nuestra Raquel directioner.
- Ya, y yo el mío.
- Yo de One Direction y de Justin Bieber.- Olvidé decir que Esther, además de directioner es belieber.
- En fin… ¡Salgamos a dar una vuelta anda!
- Sí, y compremos comida.- Me lo recordó mi madre ahora, que acabe de hablar por teléfono con ella.
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Hola!!! Sé que es corto pero no puedo alargarlo más si quiero subirlo hoy, así que nada, aquí lo tienen. Por favor, comenten, y muchas gracias por seguirme. Espero que les guste esta novela tanto o más que la otra. Para el año 2013 me propongo hacer esta novela con ganas, para que me guste, y continuarla lo más posible. ¿lo lograré? jajaja ¡¡Feliz año nuevo!! Besitos =]